Imagina un caserón de piedra parda en una calle cualquiera de una ciudad sin nombre. Acércate más. ¿Ves el nombre tallado en piedra? El teatro Serendipity te da la bienvenida. Si has llegado tan lejos imaginando, no te costará entrar. Nada más hacerlo verás a Joseph tras el mostrador. Fíjate en la vieja estantería que hay justo detrás de él. Hay algo que llama tu atención. Entre una corona envejecida que ya ha perdido todo su brillo y una figura horripilante de una bailarina, me ves a mí. Y, justo en este momento, Hope, una niña incapaz de escuchar las palabras, acaba de entrar. Puedes seguir imaginando o dejar que te cuente qué ocurrió.
Hope no puede escuchar las palabras. No es sorda, ya que
puede oír el sonido de la lluvia, de las olas rompiendo contra las rocas o las
diferentes melodías que surgen de los instrumentos. Sin embargo, este carácter
especial no es entendido por la mayoría de personas que habitan en el pequeño
pueblo de Folktale, que no creen a la niña y la excluyen de la vida social.
Hasta que, un día, el antiguo teatro Serendipity le abre sus
puertas. Allí se encuentra con Joseph, un señor cascarrabias de pocas palabras al
que, misteriosamente, puede escuchar. Y está acompañado de Wave, una vieja
marioneta que sueña con descubrir el mundo que existe tras las viejas paredes
que lo rodean.
A partir de ese momento, Hope visita el teatro cada día y se
hace inseparable de ambos. Tanto, que Joseph le obsequia a Wave para que la
acompañe allá donde vaya. Será entonces cuando descubriremos, a través de los
ojos de la marioneta, cada detalle de la vida de la niña. Y nos enseñará que,
por muy dura que sea la vida, siempre hay que tener esperanza.
Hope era la única novela que me quedaba por leer de Wendy Davies y, aunque me
resistía a ponerle fin, he logrado disfrutar y sentir cada una de sus palabras.
Hacía mucho tiempo que no leía un libro tan profundo y que me dejase esta
sensación de vacío al acabar. Y esto se debe en gran parte a los personajes que
aguardan en el interior de esta historia, tan reales y llenos de vida que serán
imposibles de olvidar.