Título: Soosmet. El hijo de la tumba
Ailann fue asesinada cuando estaba embarazada pero nadie lo sabía. Lilly, su madre, iba todos los días al cementerio y una noche escuchó a alguien llorar. Convencida de que era su hija, y que estaba viva, intentó romper su ataúd para sacarla, pero no lo consiguió. Una noche el riachuelo se inundó y se llevó la tierra donde estaba enterrada Ailann. Pero quien logró salir de la tumba fue Soosmet, el verdadero protagonista de esta terrorífica historia.
Ailann acaba de descubrir
que está embarazada de su exnovio, un joven problemático que la maltrataba. Por
miedo a su familia, lo esconde y un día es asesinada con una vida creciendo en
su interior. Desde entonces, las personas que visitan el cementerio oyen a un
niño llorar, pero no saben de dónde procede.
Un día, la madre de Ailann
desesperada y creyendo que su hija está viva, le hace un agujero a la tumba
para poder sacarla, pero lo que libera es un niño hambriento de carne humana. A
partir de entonces, Soosmet, como lo llaman, irá asesinando a todo aquel que se
atreva a pisar el cementerio, mientras el comisario Dylan lucha por acabar con
él.
Soosmet. El hijo de la tumba
está
inspirado en una historia real sobre una familia colombiana que vivía en un
cementerio. Esto, sumado a las escenas grotescas que contiene y a la evolución
del antagonista, lo convierte en un libro totalmente
adictivo e interesante. Aunque es cierto que hay puntos que flojean y que, si
su autor puliese, se convertiría en una gran historia de terror. Desde aquí,
agradecer a la editorial Adarve por el envío del ejemplar y a su autor por
haber escrito esta historia.
Soosmet. El hijo de la
tumba es un libro que me llamó muchísimo la atención en cuanto lo vi porque en
su sinopsis prometía todo lo que una buena historia de terror debe tener:
misterio, sangre y un antagonista terrorífico. Y cumple con ello. Desde el principio
encontramos una trama que engancha al lector y le incita a querer seguir
leyendo para saber más. Además, contiene escenas muy fuertes y chocantes que impactan,
pero no te sacan de la historia porque son importantes para comprender la
mentalidad de Soosmet.
Uno de los aspectos que
más me han gustado de este libro es que desde el comienzo conoces el origen del
antagonista y llegas a comprender por qué habita en él tanta maldad. Y, por si
fuera poco, hay una evolución tan notable del mismo que hace que, en ocasiones,
empatices y sientas pena por él, pensando que en algún momento pueda cambiar.
No obstante, el libro contiene
varios fallos que pueden descolocar al lector, como es la repetición constante de las mismas palabras en una frase. Un ejemplo es el siguiente: “Dylan
miró el bolsillo del pantalón, Dylan se le metió en la cabeza de que Soosmet,
era el que le había sacado el dinero, pero Soosmet para qué quería el dinero”. Como
estas hay muchísimas oraciones y, por desgracia, te sacan de la historia porque
esta novela está compuesta principalmente por descripciones y esto provoca que el
ritmo se vuelva muy lento y pausado.
Otro aspecto negativo es
que, a pesar de que la trama está llena de acción, los sucesos son repetitivos porque
lo único que cambia son los nombres de las personas, lo que hizo que, conforme
iba avanzando, fuera volviéndose más tedioso y menos intrigante. A esto hay que
sumarle, además, la suerte del comisario, la cual no me resultó nada creíble.
No obstante, vuelvo a
repetir que si Álvaro Ramírez, su autor, puliese estos detalles, la historia
mejoraría muchísimo. Porque el personaje de Soosmet está muy bien desarrollado
y le podría sacar mucho más jugo a la trama.
Respecto al final, he de
decir que no me lo esperaba y me sorprendió para bien. Ya en las últimas páginas,
el libro se vuelve interesante de nuevo y ocurren varias cosas que hicieron que
no me despegara del mismo hasta finalizarlo. Sin duda, el autor ha sabido darle
un buen desenlace a esta historia. Además, todas las cuestiones quedan cerradas
y deja al lector reflexionando sobre la maldad en las personas. ¿Realmente
nacemos con ella o nos hacen desarrollarla?
En conclusión, Soosmet.
El hijo de la tumba es un libro que contiene una historia de terror
interesante, adictiva y con un antagonista escalofriante. No obstante, la constante
repetición de palabras y nombres hace que el ritmo sea muy lento y pausado.
Aunque la idea de la historia es original y si el autor puliese algunos
detalles mejoraría mucho.
Colombiano, nació en 1996 en Marinilla, Antioquía, pueblo donde creció. Gran lector, apasionado de los libros y la literatura escribe desde muy pequeño. La idea de esta, su primera novela, está inspirada en la historia real de una familia de Colombia que vivía en un cementerio. Comenzó a escribirla con catorce años y por fin ahora ve la luz. Actualmente trabaja en nuevos proyectos literarios.
¡Hola! Me alegro que sea una historia de la que has disfrutado, a pesar de que se te haya hecho algo repetitiva. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola!!
ResponderEliminarGracias por la reseña, no conocía.
Besos💋💋💋