Ficha técnica
- Título: Una pasión rusa
- Autora: Reyes Monforte
- Editorial: Espasa
- Páginas: 592
- Precio: 19,90€
- ISBN: 9788467045178
Nacida en Madrid en 1897, con apenas 20 años se enamoró perdidamente del que sería su marido, del hombre y también del genio. «La princesa Linette», «mi Avecilla», como la llamaba Prokófiev, comenzó junto al compositor la vertiginosa andadura que da cuerpo a esta novela, que transcurre en los grandes escenarios del siglo XX, desde el Nueva York de los rascacielos, al París de las vanguardias y el glamour, donde la pareja formaba parte del círculo más exclusivo de intelectuales y artistas: Coco Chanel, Hemingway, Picasso, Matisse, Ravel, Diáguilev...Los años transcurrieron luminosos hasta que Prokófiev decidió regresar a la Unión Soviética, donde pretendía consagrar el éxito cosechado en el resto del mundo. Allí, tras los dramáticos tiempos de la Segunda Guerra Mundial, Lina fue acusada de «espía extranjera» bajo el terror estalinista, encerrada y torturada en la siniestra Lubianka y condenada a trabajos forzados en el gulag. Solo su fortaleza, su pasión por la vida y el amor indestructible que sentía por su marido le permitieron sobrevivir.
Opinión personal
Con tan solo veinte años, la española Lina Codina conoció y se enamoró perdidamente de Prokófiev, un genio ruso que se entregó en cuerpo y alma a la música. Sin embargo, y a sabiendas de las dificultades que su condición de artista acarrearía a la vida amorosa de ambos, Lina se comprometió a acompañarlo allá a donde fuera, sin importar las circunstancias. Así pues, tras el matrimonio que hizo oficial su unión, Prokófiev y Lina se mudaron a París, donde fueron testigos de la sostificación y la elegancia del lugar y conocieron a personas afamadas como Coco Chanel o Picasso.
En el contexto de la revolución artística en la que se encontraban, la música de Serguéi Prokófiev, tan innovadora como apasionante, se hizo sumamente conocida. Día a día recibía propuestas de muchísimos países, entre ellos de la Unión Soviética, lugar del que huyó al percatarse del infierno que se acercaba. Ahora, años después y con una familia formada, no puede frenar sus deseos de regresar y visitar todos esos sitios que de pequeño frecuentaba. Así, Lina cede y se muda junto a Prokófiev a la Unión Soviética, donde el caos está a punto de desatarse. Allí será acusada de "espía extranjera" y la encerrarán y torturarán en los gulags.
Gracias a esta gran lectura, he podido descubrir la vida de Lina Codina, una cantante española que sufrió tanto como amó a Prokófiev, un músico ruso que, lejos de ser el mejor marido del mundo, le aportó las fuerzas necesarias para seguir con vida día tras día en esos campos de concentración llenos de muerte, suciedad y tortura. Sin embargo, antes de que eso ocurriera, ambos viajaron por varias partes del mundo.