Título: Las crónicas de Esther
A finales del siglo XXI los seres humanos, diezmados e incapaces de dirigir su destino, cedieron su gobierno a la inteligencia artificial conocida como iris. Instalados bajo cómodas cúpula de cristal, comenzó una época dorada sin precedentes contra la que ahora se alzará un particular grupo de jóvenes inconformistas. Lo que empieza como un viaje al exterior se convertir en el germen de una revuelta, en la que un grupo de adolescentes rechazará vivir en un mundo perfecto creado por adultos Resignados y sin expectativas.
A finales del S.XXI no
existen las guerras, las enfermedades ni la corrupción. Los seres humanos
tienen estabilidad económica y ni siquiera tienen que trabajar 8 horas al día,
por lo que la mayor parte de su tiempo pueden invertirlo en ocio. A cambio de esta
vida tan perfecta, residen dentro de una cúpula de cristal gobernada por una
inteligencia artificial llamada IRIS, quien los controla y les prohíbe
cualquier contacto con objetos del pasado: libros, películas o música. Y también
con el mundo exterior.
Hasta ahora la sociedad
había convivido en armonía y aceptando cada una de las normas. Sin embargo,
Esther, una líder inconformista, crea un grupo clandestino con la idea de
acabar con esa dictadura y a él se van uniendo jóvenes de ideales similares.
Será entonces cuando comenzarán a luchar por sus derechos y libertades.
Las crónicas de Esther de
Vicente García es una novela distópica que, por desgracia, cada vez se asemeja
más a la realidad que estamos viviendo. Anteriormente había tenido la
oportunidad de leer La herencia de Hosting del mismo autor y la disfruté
mucho, lo que hizo que quisiera seguir adentrándome en más de sus historias. Así
que, cuando la editorial Dolmen me ofreció leer este libro, no lo dudé. De
nuevo, Vicente García ha vuelto a crear una trama que atrapa al lector y que,
en esta ocasión, contiene un mundo futurista perfectamente elaborado y
explicado. Desde aquí, agradecer a la editorial por haberme dado la oportunidad
de conocer esta historia.
Lo que más me ha
sorprendido de Las crónicas de Esther es que, a pesar de ser una novela
ficticia, guarda una gran semejanza con la vida real. Uno de los grandes
problemas que propiciaron que los seres humanos dejaran el poder en manos de
una inteligencia artificial fue una pandemia mundial desconocida que asoló el
planeta y que cada día dejaba miles de fallecidos. Algo que me hizo sentir
escalofríos al darme cuenta de que estas historias ya no son tan irreales.
Además, el nombre dado a esta inteligencia artificial, IRIS, hace referencia a
la famosa SIRI, una asistente virtual que cada vez está más presente en
nuestras vidas.
-La soledad es un estado mental, no físico. Muchas personas viven rodeadas de gente y se sienten mucho más solas que yo. Eso que pregonas es la filosofía de vuestra IRIS: aislar para dividir.
Tanto el mundo como la sociedad que aparecen en el libro están correctamente desarrolladas y en cada momento vamos encontrando fragmentos que nos van explicando el por qué de cada norma establecida, así como el origen de la cúpula. En ese sentido, se comprende todo perfectamente y el lector puede seguir el hilo de la trama sin problemas.
En este mundo futurista
encontraremos mucha censura y control, estando prohibidas acciones tales como
leer libros del pasado, conectarse al internet del exterior y ver, por ejemplo,
vídeos de Youtube. A través de esto, el autor hace una crítica a las sociedades
dictatoriales que, a pesar de tener buenos recursos, ejercen una censura férrea
que impide utilizarlos en su máximo esplendor. Porque, ¿de qué sirve tener la
velocidad más rápida al conectarte a internet si no puedes utilizarlo a tu
antojo?
-¿Hasta cuándo vamos a permitir esta tiranía, que solo nos conducirá hasta la extinción? -siguió por fin Alexa.- Somos seres humanos, una especie inconformista, inquieta, condenada durante millones de años a tener que luchar por lo que quiere y no a existir aletargada, nacida para perseguir sueños, no para renunciar a ellos.
Uno de los aspectos negativos que le he encontrado a este libro es que todo ocurre demasiado rápido, no se profundizan en ciertos temas y los personajes me han resultado planos y nada carismáticos, por lo que en ningún momento he llegado a empatizar con ellos. No obstante, la historia es adictiva e interesante y el autor utiliza un lenguaje sencillo que hace que el ritmo de la lectura no decaiga.
El final tampoco ha
llegado a convencerme del todo. Lo he notado precipitado y, a pesar de haber un
giro argumental, todo se soluciona demasiado rápido. No he sentido intriga ni
he temido por los personajes. Y aparecen enemigos que prometían mucho y se
quedaron en nada. No obstante, es un desenlace que explica todas las incógnitas
que se nos van planteando a lo largo de la historia y nos deja reflexionando si
esa situación será nuestra realidad en algún momento.
En conclusión, Las crónicas de Esther es una novela distópica que, cada día, se vuelve más real. Acompañada de un mundo muy interesante y correctamente explicado y una trama adictiva. Pero con unos personajes planos y sin carisma y un final un poco precipitado.
-[...] Me he dado cuenta de que el mundo es demasiado grande como para conformarme con tan poco. Ahora ya no puedo detenerme.
Vicente García (Palma de Mallorca, 1971) lleva dedicado al mundo editorial desde 1993 cuando publicó el primer número de la revista Dolmen. Diplomado como Técnico de Empresas y Actividades Turísticas, no tardó en darse cuenta de que la industria del turismo no era lo que más le atraía centrándose en el mundo edi¬torial. Fundador de Dolmen Editorial y colaborador de numerosos medios de comunicación en el pasado, ha trabajado de freelance para diversas editoriales nacionales e internacionales. Dentro del mundo de la viñeta ha escrito cientos de artículos y guiones para cómics como Conspiradores (2005), mientras que en narrativa destacan especialmente sus cinco libros para la exitosa saga Apocalipsis Island (2010-2015), la novela La herencia de Hosting (2014) y la reciente superventas El Libro de Sarah (2015).
¡Hola! Veo demasiados puntos negativos y encima en aspectos que para mí son importantes así que seguro que no lo voy a leer. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola! Me alegro de que sea una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola Estefania!!
ResponderEliminarEstá muy interesante, no leo mucho del género pero se lee muy intrigante. Gracias por la reseña.
Besos💋💋💋