Citas de libros

-Sí, ése es su nombre. No tenía intención de decírtelo.
-¿Por qué no?
-¡Oh!, no puedo explicártelo. Cuando me gusta muchísimo una persona, nunca le digo a nadie cómo se llama. Es como ceder una parte de ella. He llegado a amar el secreto. Parece que es lo único que puede hacer que la vida moderna sea misteriosa y maravillosa para nosotros. Lo más común es encantador simplemente por esconderlo. Cuando me voy de la ciudad ahora, nunca le digo a nadie a dónde voy. Si lo hiciera, perdería todo mi placer. Quizá es una costumbre estúpida, pero de algún modo parece que da romanticismo en gran cantidad a la vida de uno. Supongo que pensarás que estoy totalmente loco.

Hay conversaciones que son siempre iguales aunque se armen con distintas palabras. El que sabe se lo niega y el que no lo niega no quiere decir lo que sabe. Y yo no quería saber. Porque saber es irreversible. Y porque la mayoría de las veces es una putada. Y uno ejecuta el tenemos-que-hablar para no decir nada. Y el otro intenta no escuchar por si acaso. Y los dos se vuelven mudos. Hasta que las palabras se convierten en escalpelos para diseccionar el dolor. Y el silencio. Y salen punzantes y definitivas. Y te atraviesan. Te marcan. Y llegan las cicatrices.

-¿Y qué le has dicho?

[...]

-Le he dicho simplemente que no deje que el pasado le arruine el presente. Que nada es nunca blanco o negro. Que cuanta más experiencia tenga, más sabia será para juzgar su vida y a las personas que le han dado forma. Más herramientas tendrá para comprender las motivaciones de los demás. -Suspiró-. Intentaba animarla a tomar distancia emocional y ver las cosas desde la perspectiva de una persona adulta.

¿Qué os parecen? ¿Os gusta alguna? :)